Uno de las cosas que siempre he encontrado tremendamente difíciles en los trabajos de sensibilización en materia de conservación de la biodiversidad, de la Vida en general, ha sido encontrar el hilo conductor que consiga llegar al corazón de la gente para hacerle entender por qué hay que Respetar “las vidas ajenas” y cómo funciona el equilibrio del Sistema. La cuestión es que por dinero baila el perro pero lo peor de todo es que mientras el hombre esté en guerra consigo mismo no habrá nada que le impida estar en guerra con el planeta y el resto de formas de vida que alberga.
Volviendo al hilo conductor, hace algo más de seis años escribí un post en mi blog donde hablaba de los beneficios que había aportado la reintroducción del lobo en la Parque Nacional de Yellowstone en Estados Unidos y que de alguna intenté utilizar como modelo para ayudar a darle al lobo el puesto que se merece, sacándolo del lugar de repudiado en el que siempre considero que se le ha tenido entronado. Recientemente un compañero de trabajo me mandó un vídeo que resumía a la perfección dicho post y que creo que, por mucho más que hubiera escrito yo, no podría haberlo hecho, ni de lejos, mejor. Han bastado algo más de cuatro minutos de vídeo para hacer entender cómo un depredador como el lobo, en lo alto de la cúspide alimentaria, puede desencadenar un proceso tan complejo y a la vez tan beneficioso para los ecosistemas. El vídeo es para nota, para mí la más alta, y desde aquí quiero dar las gracias al productor del mismo porque ha conseguido transmitir algo que yo nunca habría sido capaz. Mi más sincera enhorabuena. El mensaje se puede decir más alto pero no más claro.
Dedicado a Gaia 3.0 