Entrada 74008

Quizás alguien objete, pero el que un político funcione «bajo demanda» quizás justifique la siguiente ecuación:

cambio = cambio individual 1 + cambio individual 2 + cambio individual 3+ … + cambio individual n

Como ya han dicho muchos otros antes, si esperas sentado a que vengan los cambios, vas listo. Eso sí, luego no tendremos derecho a quejarnos por algo por lo que no hemos hecho nada por evitar. En otras palabras, cada sociedad tiene lo que se merece. El problema de la ausencia de acción es que hay daños colaterales sobre un grupo de individuos y formas de vida que pagan los platos rotos de una comunidad de vecinos, entre los que se incluye el que suscribe, que yo considero harto estúpida.

Para evitar que en alguna nueva ocasión alguien me vuelva a decir que no hay demanda, intentaré, en la medida de lo posible, mover ficha yo primero. En este sentido y a sabiendas de ciertas cuestiones, el martes por la mañana me dirigí al ayuntamiento a entregar el presente escrito. Ya veremos por dónde me salen, si es que salen.

D. Perico de los Palotes, con D.N.I tal, vecino de esta ciudad, con domicilio en un lugar del cual no quiero acordarme y C.P. cualquiera EXPONGO:

Estimado Señor Concejal de Medio Ambiente:

Cada año las administraciones públicas gastan en España más de 2000 millones de euros en compras de madera y papel. Una factura nada desdeñable que esconde la capacidad de influencia que, entidades como el ayuntamiento de nuestra ciudad, tienen sobre el mercado forestal y que al mismo tiempo las identifica como motor para el aprovechamiento sostenible de los recursos.

En el año 2005 el WWF diseñó y puso en marcha la iniciativa «Ciudades por los Bosques«. Su objetivo, alcanzar el compromiso de los ayuntamientos españoles de más de 20.000 habitantes con la compra pública responsable de madera, papel y corcho. En este otoño de 2010 ya es una realidad el que ayuntamientos como el de Madrid, Murcia o la Diputación de Toledo se hayan covertido en «Ciudades por los Bosques». La consecuencias de ello será que se dará prioridad en su contratación pública a los productos gestionados de forma sostenible y que cuenten con sellos como FSC. Hasta este momento sólo nueve instituciones presumen de tener este reconocimiento por parte de la organización internacional WWF. Estas son:

1.- Barcelona
2.- Gavá
3.- León
4.- L’Hospitalet de LLobregat
5.- Madrid
6.- Murcia
7.- Sant Boi de LLobregat
8.- Diputación de Toledo
9.- Benicarló

Y todas estan son entidades que están tomando medidas ya contra el consumo de madera y papel ilegal. Lamentablemente todavía hay 300 ayuntamientos, entre los que no me gustaría pensar que se encuentra el nuestro, los cuales no han dado ni un sólo paso para controlar el origen de los productos que compran y más cuando la ley de montes estableció esta exigencia en el 2006.

WWF recuerda que las talas ilegales son, además de una grave problema para la biodiversidad, una lacra social y económica. De hecho, cada año generan a los países productores pérdidas que ascienden a 12.000 millones de euros.

Y por todo ello SOLICITO:

Poder recibir información sobre las medidas que el ayuntamiento está llevando a cabo en el control de los productos madereros y papeleros que adquiere así como si está colaborando con alguna organización medioambiental en la implementación de dichas medidas en el corto/medio plazo.

Lo que se pone en su conocimiento a los efectos oportunos.

Reciba un cordial saludo.

Atentamente,

Perico el de los Palotes.

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